Aprendiendo a distinguir entre lo urgente y lo importante

Cuando tomé la decisión de escribir El Círculo Virtuoso, una de los primeros desafíos que tuve que enfrentar fue el de encontrar tiempo y «espacios mentales» para poder escribir desde el corazón. Recurdo como si fuera hoy el día que mi agente literaria me me llamó para darme la noticia de que HarperCollins nos había hecho una oferta. Mis emociones se dieron en el siguiente orden:

  1. Alegría: «¡Dijeron que sí!»
  2. Pánico: «Oh, oh… Dijeron que sí…»
  3. Determinación: «¡Lo voy a lograr!»
  4. Duda: «¿Lo voy a lograr?»
  5. Preocupación: «¿De dónde saco el TIEMPO para escribir?»

Los que me conocen saben que no me gusta aceptar un trabajo si no estoy 110% segura de que voy a colmar las expectativas de mi cliente. Prefiero ser conservadora a la hora de prometer y generosa a la hora de cumplir. Así me he manejado toda mi vida en mi empresa y en mi show.

Pero escribir un libro es algo muy distinto. Desde el momento en que firmé el contrato con mi editorial, me prometí a mí misma dos cosas: 1) me prometí que lo escribiría yo, de mi puño y letra, sin ayudas ni escritores «fantasma»; y 2) me prometí que que sería un libro honesto, escrito con el corazón, sin ocultar quién soy y siendo fiel a mis convicciones, mis opiniones, mis triunfos y derrotas… y anécdotas avergonzantes.

¿Urgente o importante? A primera vista, una persona muy ocupada tal vez tenga dificultades para distinguir entre uno y lo otro. Sin embargo, la clave no está en la respuesta, sino en cómo «aplicar» la pregunta.

Mi solución consta de tres pasos: 1) distinguir; 2) decidir; y 3) respetar. Les explico cada uno:

  1. DISTINGUIR: si aplicamos la dicotomía Urgente vs. Importante a tareas puntuales, jamás vamos a encontrar una respuesta definitiva. Todas las tareas son más o menos importantes, más o menos urgentes. Jerarquizarlas es necesario; ordernarlas en orden de prioridad, también. Pero para realmente distinguir entre lo Importante y lo Urgente, el primer paso es no aplicar la distinción UvI a TAREAS  sino a OBJETIVOS. En mi caso, volviendo a lo que les contaba más arriba, el objetivo era escribir mi libro. Y aquí viene el segundo paso.
  2. DECIDIR: sabiendo que mi objetivo IMPORTANTE era escribir El Círculo Virtuoso, hablé con Andy, mi socio y marido, y DECIDIMOS reducir la carga de trabajo para que pudiera dedicarle tiempo a la escritura. Esto significó una disminución en nuestros ingresos. Tuvimos que recortar gastos y dejar pasar oportunidades que se nos presentaron durante los 7 meses que demoré en escribir el libro. Fue una decisión que tomamos juntos, pero que podría haber tomado por mí misma si mis circunstancias fueran distintas. Y aquí es donde viene el tercer y último paso.
  3. RESPETAR: Comenzar con un nuevo proyecto -un proyecto Importante- requiere compromiso y cierto grado de valentía. En mi caso, requirió que dejajar pasar oportunidades laborales. Siempre me ha costado mucho decirle que no a una oportunidad de trabajar. Pero RESPETAR mi decisión de priorizar el libro conllevó sacrificios y templanza: si es importante, debemos hacerlo aunque nos de miedo.

Y es aquí donde nos encontramos con el mejor indicador de que hemos aprendido a distinguir entre lo Urgente y lo Importante. Cuando ponemos la pregunta en contexto y seguimos los 3 pasos que les acabo de mencionar, el resultado es que al poco tiempo de DISTINGUIR el objetivo, DECIDIR priorizarlo y RESPETAR nuestro compromiso con esa meta, inexorablemente nos encontraremos con una sensación de vértigo y aún más preguntas. ¿Estoy haciendo lo correcto? ¿Estoy progresando? ¿Estoy volviéndome loco / loca? De estas preguntas nos vamos a ocupar más adelante. Hasta entonces, me despido y les dejo la tarea, si es que aún no lo han hecho, de mirarse al espejo y preguntarse si hay algún objetivo importante que aún no han cumplido. De ser así, me despido con la respuesta a la siguiente pregunta que seguramente se estarán por hacer:

El mejor momento para empezar es YA MISMO…

Add A Comment